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Mensaje por Balthazar Morgath Miér Sep 15, 2010 1:12 am

Miercoles
18 de Junio
11:20 hrs




Esta mañana me levante de ánimos para entrenar, eran las 9:00 am pero andaba con ganas de tirar unas bolas de fuego en el recinto de entrenamiento. En serio me encantaba ese lugar, era tranquilo desde cierto punto de vista y también dinámico por que obvio es un lugar que se usa para entrenar. Me gustaba el diseño también, con los ventanales huecos del techo, me encantaba que los rayos del sol me dieran en el cuerpo, me sentía invencible.
Sin mas que hacer, había bajado a la mesa de desayuno y como siempre ya tenia listo mi plato, prefería comer en la mesa que en mi cama, no se por que pero me gustaba mas así. Comí rápido y regrese a mi habitación para cambiarme, tome mi bata grabada con una fama que uso para practicar, mis pantalones negros de entrenamiento y mis sandalias especiales, ya estaba listo.
Ahora lo que me faltaba era dejar el mensaje con algún guardia para Amina, le pedía uno de ellos que si la veía se le requería de su presencia en el recinto de entrenamiento y que la dejaran pasar, ordenes mías, eso de ser príncipe tiene ventajas. También no niego el hecho de que le quería mostrar uno de mis lugares favoritos en todo el mundo a decir verdad, también quería preguntarle que como esta la pulsera que le hice yo mismo, se la di ayer y pues creo que le gusto por la cara que puso, era lindo verla tan afectiva.

Sin mas demora fui directo al recinto, entre por las grandes y llameantes puertas del lugar y mire con una sonrisa la llama en ardía en medio de todo aquel dojo, me quite la bata pues me gustaba entrenar sin ella, me sentía mas libre aunque dejara visibles algunas de mis quemaduras de cuando tuve mis Agni Kai y los entrenamientos que se me fueron de control, pero eso es un recordatorio de que soy humano y por lo tanto no debo dejar que me toquen, debo pegar antes de que mis oponentes lo sepan y pegar aun mas cuando se enteren, mi lema es que una buena ofensa es la mejor defensa.
Me situé al rededor de la flama central y tome mi pose, no era muy parecida a la de los demás maestros fuego, de hecho era una forma que adopte de los Guerreros del sol, sinceramente la mayor parte de mi entrenamiento esta basado en las enseñanzas de los Guerreros del sol que de los Maestros Fuego, su filosofía era lo que mejor me venia ya que si le sumamos las técnicas de enfadadas de los Maestros fuego normales a mi actitud conflictiva pues es una bomba. Comencé a hacer un tipo de danza mas que un estilo de pela a simple vista pero era un estilo de fuego control poderoso, daba un paso poniendo un pie frente al otro, ocasionalmente los pies me quedaban cruzados al dar un golpe al aire lanzando flamas verdes y continuaba con un giro en el aire, cayendo con un pie extendido y el otro tocando mi pecho con la rodilla, gire de nuevo como si fuera un tipo de break dance, me levante y salte hacia atrás pisando firme el suelo y dejando salir fuego de ellos al caer creando un anillo en el piso, básicamente repetía ese proceso alternando giros, pasos, golpes y patadas así como saltos, barridas y el uso de fuego.



Última edición por Balthazar Morgath el Miér Sep 15, 2010 11:02 am, editado 1 vez
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Mensaje por Amina Hartwin Miér Sep 15, 2010 2:27 am

La hospitalidad que los maestros fuego mostraban era casi reconfortante, estaba acostumbrada a un buen tratamiento, pero bueno, aquí era diferente, parecía más mi casa, aunque fueran dos estilos totalmente distintos de vida. Cuando abrí los ojos encontré mi desayuno a un lado de mi cama con una nota sobre disfrutar el día o algo así, la verdad la caligrafía no era mi materia favorita, a duras penas entendía la mía y querían que descifrara una letra de doctor, bastante linda pero confusa.

Me levanté sin pesar de la cama, estaba un tanto acostumbrada a practicar por las mañanas, era mi hora favorita aunque quizá fuera más fuerte en la noche, digamos que practicar contra corriente era mejor a mi parecer. Después de una ducha de unos cuantos minutos, que bien merecida me tenía, comencé a arreglarme, colocándome un traje que recién me habían dado, era para entrenar fuera del Polo, me sentía totalmente agusto, podía moverme con fácilidad, de hecho sentía que lo que me habían dado era un vestido de "gitana" resistente al agua, por que al ver la linea en que dibujaba mi cuerpo, eso no era algo de batalla. Mi cabello quedo listo en unos cuantos minutos más, lo llevaba medio suelto, como solía entrenar en casa, al pasar mi mano frente a mí me di cuenta de que aun llevaba puesta la pulsera que Balt me había regalado por todos mis cumpleaños perdidos, era hermosa y decidí no quitarmela por un tanto de valor sentimental que le había cargado.

Después de sentirme lista para salir me di cuenta que no sabía dónde practicar, seguro el jardín del Palacio era un buen lugar y de paso regaba las plantas, comí rápidamente una parte del desayuno pues en realidad no podía más y me dispuse a ir al jardín, pero sorpresa que me lleve cuando al abrir la puerta, un guardia me esperaba para escoltarme a un recinto por petición de "el príncipe Balthazar", Dios eso me sonaba tan extraño como escuchar mi propio nombre, era como un tanto irreal, con una sonrisa deje que me conduciera todo el camino, llevaba mi cantimplora a la cadera y en un movimiento saqué algo de agua, lo suficiente para distraerme un rato.

Al llegar al lugar, me quedé maravillada con la arquitectura que tenía todo eso, parecía especialmente esculpida para ser una fortaleza sin llamas, más en su interior las llamas estaban por todos lados, pasee mi vista por el lugar sin poder parar, hasta que en un punto me encontré con algo realmente impresionante, Balt estaba entrenando, parecía muy concentrado y se veía por demás bien, estuve viendo con atención sus movimientos algo embelesada, mientras el agua seguía en movimiento, pero ahora era mi mente la que la hacía ir más rápido, mis manos estaban trabadas en un solo punto para no dejar caer el agua. En cuanto vi que la primera serie había terminado di unos pasos hacia al frente, con unos cuantos aplausos divertidos -Muy bien, Balt, eso nunca lo había visto- le dije con una sonrisa mientras mis manos se ocupaban de nuevo en el látigo que tenía formado.

-¿Me buscabas?- pregunté después con una ligera sonrisa que no podía ocultar, después de todo era difícil fingir, vamos, no era actriz de teatro como otras personas. Abrí de nuevo la botella y deje entrar el agua para acercarme a saludar a Balt. -Parece que has descansado bien, estaría de más preguntar, ¿No crees?- agregué sin poderme controlar, se me hacían eternos los minutos o segundos sin hablar, ahh hiperactividad matutina.
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Mensaje por Balthazar Morgath Miér Sep 15, 2010 11:56 am

Estaba totalmente enfocado en mi practica que no vi llegar a Amina cuando entro. Es que me, pues me apasiono mucho con esto y de repente me desconecto del mundo, era como entrar en mi realidad por raro que suene.
Ademas de que mi estilo de pelea me pedía mas concentración ya que pues es como un tipo de danza fusionada con patadas y golpes para hacer un combate rítmico. Al caer en cuenta de que Amina estaba ahí, mas que nada por que ella me lo hizo notar con aplausos cuando termine una serie de mi rutina, me encamine a ella sonriendo un poco embobado con su belleza.
-Pues gracias, no es nada tan... TAN espectacular a decir verdad pero, gracias- agradecí encantado.
Asentí con la cabeza y una sonidito de 'ajam' como diciendo si.
-De hecho le pedí a un guardia que trajera hasta aquí- respondí.
Después de eso me acerque a ella cuando vino a saludarme, le di un beso en la mejilla al tomarla por los hombros, los cuales acaricie inconscientemente pero no la abrace por que me dio algo de pena estar sin camiseta o mi bata mejor dicho, ademas estoy un poco sudado y bueno, ella huele delicioso, se nota que se acaba de duchar, yo generalmente lo hago después de entrenar para no sudar cuando ya estoy limpio.

Ahora que caía en cuenta me puse un poquito rojo por que, vamos estoy semidesnudo frente a ella, nunca había estado así con Amina, ademas de que ya le 'presumí' mis marcas de quemaduras, cortadas y raspones, viendolo bien no tenia tantas pero si eran notorias. Ahora que lo pregunta si, de hecho dormí como bebé sabiendo que Amina estaba cerca.
-Pues si, dormí muy bien y hasta soñé conti... continuamente, es que suelo despertarme en las noches unas 2 veces- dije corrigiendo mis palabras.
Gracias a dios el cerebro aun me carburo bien en ese momento y me acorde de que le enseñaría a liberar el chakra de fuego a Amina para ayudarle con eso de la sangre control.
-Por cierto... quieres empezar hoy con lo del chakra de fuego y eso de la sangre control?- pregunte con animo
Hey! no había visto aun, Amina tiene puesta la pulsera que le regale ayer en el parque, se veía mucho mejor en su muñeca definitivamente, ella tenia ese, ese porte para la ropa y los accesorios, toda una princesa debo admitir.
-Amina, creo que no te pregunte ayer pero ¿como la sientes?... ¿esta bien ajustada?, es que tuve que adivinar la medida de tu muñeca- dije con una sonrisa culposa .

Después de unos instantes me paso por la mente ver como Amina entrenaba con el agua control, digo, ella me vio haciendo mi baile y todo eso así que quería ver como lo hacia ella. Le hice una seña de que me esperara un minuto en lo que salía a ver a un guardia para ordenarle que me trajera tanta agua como pueda, y que si era necesario que traiga a 5 hombres con 2 cubetas de agua cada uno.
-Hey tu Soldado. Necesito que me traigan agua para la princesa, es urgente, si puedes trae a 5 o 10 hombres con 2 cubetas llenas cada uno- ordene al soldado.
Rápido el tipo se fue corriendo por agua y yo entre de nuevo con una sonrisa traviesa, no le pregunte a Amina antes si quería mas agua para que no me dijera que le no quería entrenar frente a mi o algo de eso.

-Te enseñare eso del chakra de fuego pero primero... quiero verte practicar agua control- sonreí animado.
Apuesto que ella era una excelente maestra agua, ademas quería ver como se movía en una pelea.
Después de uno minutos entraron 7 guardias con cubetas llenas de agua casi derramandola de lo lleno que estaban. Me hice a un lado con una sonrisa y con una reverencia le indique a Amina que pasara al centro a hacer lo suyo.
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Mensaje por Amina Hartwin Miér Sep 15, 2010 2:00 pm

Torcí la boca en completo desacuerdo, si era algo tan impresionante, más cuando no se ve ese tipo de cosas seguido, quizá aquí fuera normal, de dónde yo venía eso nunca se usaría en pelea, el agua es tan tranquila que debías manejarla casi con dulzura, cualquier cambio en tus emociones afectaba tu control, de hecho cuando más enojada estaba, era mejor, lo había notado esa vez en la que mi hermana tuvo la gran idea de revolver mis cosas, ahora que lo pienso, pobre de ella, no me había dado cuenta ni de lo que hacía hasta que la vi un tanto inmóvil, upss.
-De nada, solo digo lo que veo y por cierto, deja de quitarte méritos que tendré que recordartelos muy seguido- contesté eliminando la mueca de mis labios, cambiandola por una sonrisa mientras veía detrás de Balt el lugar, había entrado al recinto en nuestra ciudad, pero nunca a otro más, era algo especial estar ahí, de hecho me sentía halagada.

-Me di cuenta cuando al salir de mi habitación en vez de dirigirme al jardín me trajeron hasta acá, ya decía yo que el jardín no estaba en esta dirección- le recriminé como si fuera gran cosa, como quiera, este lugar era mejor que el jardín, solo quería bromear un poco, el espíritu matutino solía hacerme eso, seguro que el sol me afectaba la cabeza. Hablando de cosas que afectan la cabeza, la imagen que tenía ante mí no era del todo tranquilizadora, vamos, lo tenía frente a mí sin la usual bata de entrenamiento, esa la había localizado más allá, había caído en una silla un tanto alejada. Respondí el beso en la mejilla sin pararme ni un segundo a pensar, ahh ahora salía que no era dueña ni de mis acciones, por irónico que fuera eso.

Reparé un segundo en las heridas contables que lograba ver, no eran tantas pero estaban marcadas, me preguntaba por qué no las habría curado cuando fue el momento, yo no tenía tantas marcas por que sabía curarme, nunca me quedaban cicatrices, más que las indeseables que lograba cada que me golpeaba con un hielo en la espalda cuando descontrolaba las olas, otra prueba por la cual mamá decía que no practicara cerca del mar congelado. Cambié de línea cuando me habló de nuevo -Es curioso, yo suelo tener insomnio, parece como si una corriente eléctrica me recorriera por las noches, pero aquí he conseguido conciliar el sueño- comenté pensando por primera vez en realidad en eso, de hecho aquí si había podido dormir, no sabía si era el calor o que estaba demasiado cómoda pero el punto era que después de todo había logrado dormir una noche entera.

-Sería perfecto, estaría encantada de empezar cuando tu quieras- le contesté animada esbozando una sonrisa, esto era lo que había estado queriendo desde que empecé y que mejor que alguien como él me enseñara, solo esperaba que su paciencia fuera tan buena como la que mostraba generalmente. Moví la muñeca dónde tenía la pulsera haciendo tintinear los dijes con el movimiento y en parte calentando las muñecas para no tener problemas después con el agua o algo, suelo ser algo torpe si no muevo las muñecas antes.-La siento, perfecta, es muy cómoda para usar y es hermosa, generalmente tengo que quitarme la joyería para entrenar pero con esta he visto que no es necesario, le has dado en el blanco a mis gustos- acepté intentando que la sonrisa culposa se borrara de su cara, no tenía por qué, había sido un regalo estupendo que sinceramente no me esperaba.

Esperé pacientemente el regreso de Balthazar que tenía una mirada algo subjetiva, no quería preguntar que tenía entre manos, vamos, sabía que no sería divertido por el rumor que recorrio el aire, solo escuche un "Soldado", ahh no me digan que traería una escolta, ¿Para qué?, no Ami, no pienses en escoltas que te dan escalofríos, deja eso por la paz, seguro solo fue a pedir algo de tomar, seguro que si.

Volví la vista hacia Balt cuando regresó, entornando los ojos cuando me dijo su petición, ¿Qué? ¿Verme? no, ¿Y si me equivocaba?, haría el ridículo frente a él y no quería ni pensar como iba a quedar mi imagen después de eso.-¿Esa es tu condición? pero...¿Por qué?, no puedes hablar en serio ¿O sí?- le dije con algo de renuencia mientras veía algunos guardias entrar con agua, moví las muñecas de arriba hacia abajo para calentar y aparte hacer que lo que llevaban los guardias no se cayera al suelo, se evaporaría en un instante y no quería que sucediera, con un suspiro de resignación me coloqué en el centro del lugar, entornando los ojos ante su reverencia, ha! muy gracioso.

Con un movimiento nada forzado alcé la mano para sacar el agua de las cubetas, con la otra mano ondulee lo que había extraído, para poder tomar equilibrio, dejando la fuerza del agua fluir por mis venas como hacia siempre, cuando estuve segura de que tenía el control, comencé a moverme cambiando mi eje de balance para mover el agua de acuerdo a mi cuerpo, mis manos hacían trazos marcados pero naturales, delineaba la línea de mis brazos con agua para moverme como siempre, daba unos giros para cambiar de frente alzando el brazo y bajando la muñeca solamente para aguijonear el suelo en ciertos puntos con agua, ahí donde el agua tocaba se veía un pequeño punto que si era aplicado en alguien, la fuerza del impacto lo habría tirado al piso, giré un látigo alrededor de mi cuerpo cuál listón en aquellas competencias que usaban los Paladines, creo que era parte de gimnasia o algo así, pocas veces lo había visto pero era muy divertido tener una corriente a mi alrededor, mientras con una mano la mantenía, la otra se dedicaba a picarla para sacar pequeñas flechas o bien, cubrirme de ataques, yo nunca daba el primer golpe, iba contra lo que era, el agua era tranquila hasta que alguien la disturbaba. Finalmente me incline hacia a un lado casi quedando en cuclillas con una pierna extendida y la cara vuelta al sol, para bajar poco a poco la velocidad que llevaba y en parte para controlarme yo misma, al tener toda el agua en una torre en las manos, me levanté y con un movimiento de ambas manos mandé el agua de nuevo al recipiente al que pertenecían, quedándome solo con una poca cantidad de agua que agilmente lancé hacia atrás hacia donde estaba Balt
-Hace calor ¿no?- bromeé alzando una ceja al ver que había dado en el blanco.
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Mensaje por Balthazar Morgath Miér Sep 15, 2010 3:35 pm

Asentí casi por compromiso su halago sobre mi estilo de pelea, si bien no era común tampoco entre maestros fuego, era lo mas normal entre Guerreros del sol, a ellos les debo todo mi aprendizaje, debo decir que simplemente me enamore de ese arte y su filosofía.
-Bueno, ok pero solo por que tu lo dices- acepte sonriente.
También recalco que tuve el honor de conocer a los primeros Maestros Fuego, Ran y Shao, ellos si que dan miedo pero igualmente se ven majestuosos, es una lastima que sean los 2 últimos Dragones, la verdad no se cuanto tiempo mas les quede de vida ya llevan como, wow no lo había pensado, ellos fuero los primeros maestros Fuego y aun viven, deben tener mucho mas de 6 mil, 7 mil años. Ojalá pudiéramos volverlos inmortales para que así al menos no mueran si los atacan o que ya no sigan envejeciendo.

Lleve mi mano a mi nuca con un gesto de disculpa en mi rostro, no sabia que le molestaría venir aquí, pero claro Balt nunca piensas, este es un recinto del fuego no del agua, debe odiarlo.
-Ahm... yo, este... lo siento no pensé que... lo siento...- me disculpe.
Genial Balt, esos son como mas puntos menos con ella de los que puedes contar, obligarla a ir a donde ella no quiere, ha de pensar que eres un manipulador de mujeres. Después caí en cuenta de que era broma o algo así pero es que casi me da un infarto sabiendo que la había cagado toda con Amina.
-Ah.. eso no se hace, me espantaste, pensé que ya te había obligado a hacer algo que no quieres, igual siento traerte tan temprano- rectifique con una sonrisa.
Menos mal, yo ya había pensado cosas que no, esa mente, Balt esa mente, dicen que el que nada debe nada teme. Ah bueno lo admito, tomenlo como un tipo de manipulación, le dije a los guardias que la trajeran específicamente aquí por quería verla pero vamos, eran buenas intenciones, no era totalmente por que quería tenerla vigilada todo el día, solo quería sentir su compañía, eso es todo.

Distraje mi mirada un momento para 'sordearme' en torso lado mientras ella me vía el torso desnudo, me dio pena la verdad, generalmente no tengo problemas en quitarme la camisa, lo he hecho en los Agni Kai, en la playa en fin muchos lugares pero en ninguno me estaba viendo Amina. Voltee después de que ella termino de verme. y actué como si nada pero ahora sentía que le debía una explicación de por que las cicatrices.
-Algo dañado, no?- dije como sin querer darle importancia
-Son de algunas peleas, Agni Kai de hecho, ya sabes, así arreglamos los conflictos de honor aquí, a golpes y patadas- dije con una mueca de resignación.
mire una de mis cicatrices y pase la mano para sentir la textura de la piel dañada.
-Algunas fueron por culpa de los paladines, casi no le cuento esto a nadie por que no me gusta hablar mucho del tema pero... uno casi me mata- explique deje salir un suspiro.
Levante mi mirada y le sonreí ligeramente de lado como señal de que todo estaba bien.

Cambiando de tema al de los problemas de sueño, yo no tenia insomnio, es mas podía dormir todo un día entero, pero era muy rara la vez que lo hacia sin despertar en la noche, normalmente me siento incomodo en el sueño o pasa algo que me hace despertarme.
-Si, es raro, yo no se por que no puedo dormir todo de corrido sin despertar- recalque con cara de incógnita.
-Pero no estamos tan mal, es peor el sonambulismo- bromee.
Claro, como en todo siempre habrá alguien mejor o de plano mas jodido que tu, pero en serio no se por que lo de mi trastorno de suelo. Supuestamente dicen que es por que estoy estresado, o que tengo muchas cosas en la cabeza antes de dormí o me preocupo por X razón.

Pues de empezar por mi seria ahora mismo pero, tenia un planecillo por , quería verla practicar agua control primero pero me distraje preguntandole sobre la pulsera que le regale. Y pues que decir? di en el blanco en sus gustos, eso era bastante bueno.
-Me alegro que te haya gustado, no es por querer sumarle valor pero si me lleve un buen tiempo haciendola, quería hacerte algo especial hecho por mi así que tuve que aprender sobre joyería y esas cosas- comente feliz.
Mi sonrisa culposa se cambio por una de alegría, era lindo saber que le gustaba por el valor sentimental y no por el del costo o algo así, si bien eran materiales caros no es de un renombrado diseñador, aunque creo que el que sea marca 'Balthazar' si le da mas valor pero ella es mas princesa que yo de principe, ella no fue desplazada por nacer en un país fuera del suyo.

Asentí a sus preguntas y puse sonrisa casi tierna por verla nerviosita, awww si hasta era hermosa cuando estaba tensa, de hecho se veía tierna así, como que me hacia verla mas dentro de ella y conocer sus temores que simplemente ver la fachada de princesa, me pregunto si ella también me vera a si o solo me ve como un rango militar o el no-heredero de mi nación. Eso me hace pensar que debo mostrarme, mas afectuoso, vaya no se como hacer eso sin parecer un idiota enamorado.
-Sipi...- sipi dije? -Anda muestrame lo que sabes hacer, apuesto que eres buena- la amine.
Los soldados llegaron con las cubetas y note que Amina hacia que el agua se quedara en su lugar, no se movía como debía hacerlo ni se derramaba, es mas, no se notaban vibraciones en la forma del agua parecía como gelatina de lo estática que estaba. Alce la mirada a Amina y le sonreí por su control.

No pude evitar reír un poco por la forma en que me miro cuando le hice mi gesto de reverencia para que entrara al centro y haga lo suyo. Me fui a sentar y la observe detenidamente moverse con esa gracia que los maestro agua tenían, pero en ella era mas elegante, vale, ese fue el amor el que hablo pero en serio tenia un toque de amina en su técnica. Estaba hipnotizado por la belleza de sus movimientos, era como si mis ojos solo se movieran solo cuando ella lo hacia. Justo cuando termino y metió el agua de nuevo a las cubetas iba a levantarme para aplaudir pero me gano el chorro de agua queme aventó.
Me quede sentado con los ojos entrecerrados una cara de 'Mmmm'. Escupí un poco de agua, inhale mucho aire y acto seguido comencé a exhalar moderando la cantidad de aire que soltaba al calentar mi cuerpo y así hacer que el agua se fuera evaporando poco a poco y volver a estar seco.
-Te aprovechas de que no te puedo hacer con bolas de fuego- Me queje divertido como niño en desventaja.


Última edición por Balthazar Morgath el Miér Sep 15, 2010 5:52 pm, editado 1 vez
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Mensaje por Amina Hartwin Miér Sep 15, 2010 5:33 pm

Me pasé una mano por los cabellos que se retorcían con el viento cada que me giraba para ver alguna cosa, es que todo esto me parecía tan, ahh tan lindo, tenía un estilo propio del Fuego, aquí podía sentir la fuerza de ese elemento, sabía que estaba loca por disfrutar la fuerza de otro elemento pero no podía negarlo, era como decir que el agua no me tranquilizaba, osea, una total mentira.

-Siento que todo es por que yo lo digo- bromeé tranquilamente mientras giraba la pulsera con un solo dedo, me gustaba el movimiento que hacía y al fin tendría joyería que no perdería, todas mis cosas tenían que estar guardadas por que en cualquier movimiento las perdía, las joyas de mi madre estaban por demás protegidas, solo las podía usar en las Asambleas, donde me dedicaba a parecer estatua y asentir a lo que todos decían, los arreglos se hacían antes, ir ahí era como un ritual para sellar las alianzas, así que se me permitía estar callada sin tener que dar explicaciones luego. Incluso había veces que me daban papel y yo fingía estar concentrada en lo que decían mientras garabateaba cosas en el papel, nombres, dibujos, fechas, de todo tenía en mis papeles, tenía una manía extraña por dibujar corazones cuando me aburría, otra de las cosas que nadie debía saber.

Solté una risa ante su disculpa, se veía lindo disculpándose aunque sabía que era algo que no le gustaría tanto, de hecho yo misma tenía una renuencia a disculparme.
-No te preocupes, no pensaba hacer nada importante, solo quería salir un poco, me gusta el aire libre-contesté primero ante su disculpa, esperando que captara la broma que mi voz había implicado, ahora que me daba cuenta, estaba muy bromista hoy, ahh que día el mío.-La que lo siente soy yo, no debí haberte dicho eso, fue un impulso y por lo de la hora, no te preocupes, estoy acostumbrada- me disculpé esta vez yo, aunque aun seguía con la espina de no disculparme, Dios, no sabía como es que era tan orgullosa.-Por cierto, muchas gracias por dejarme entrar, fue un lindo detalle- agregué como si recién me diera cuenta, había estado esperando para decírselo aparte de que, sin querer admitirlo, me alegraba que me quisiera por aquí, vamos ¿A quién no?, sip, esa era mi excusa, no era tan especial después de todo.

Me sentí un tanto rara por estar examinando sus heridas, vamos, había visto muchas así, no podía pasarme el tiempo embobada con eso, alcé la vista al cielo como si un ave que pasaba me hubiera distraído, al menos tenía que disimular un poco después de que estaba segura de que me había visto como acosadora en potencia, mi vista volvió a sus ojos cuando me pregunto algo.
-Yo no lo definiría así, quizá lo que diría es que tienes algunos recuerdos contigo- contesté encogiéndome de hombros mientras analizaba mis propias cicatrices, todas en la espalda, claro, yo nunca caía de frente.
-Agni Kai- repetí inconscientemente, había oído hablar de eso, pero nunca presencie uno en realidad.-Así que hasta para resolver conflictos tienen duelos, parece bastante organizado todo esto- observé sin mucho afán, nosotros resolvíamos los conflictos hablando o en todo caso, había peleas hasta que alguno se rindiera, nunca a la muerte.
-¿De verdad uno te hizo eso?, es impresionante que sobrevivieras, a mi hermana y a su mejor amigo casi les pasa lo mismo, estuvieron cerca, fue lo peor que pude haber visto, de hecho en ese momento de verdad sentí como que la sangre se me congelo- conté bajando un tanto la mirada antes de alzarla de nuevo para no perder la compostura esbozando una sonrisa, generalmente evitaba hablar de mis miedos, pero esa vez, ese día hace años nunca podría compararse con nada, había sido el peor de muchos otros.

Volviendo a otros asuntos menos internos, me concentré en lo que decía, el no podía dejar de despertar y yo de plano no dormía a veces, la luna me llamaba, de hecho los paseos bajo la luna eran una de las cosas que más me habían gustado a lo largo de mucho tiempo, había aprendido a ser silenciosa para salir y también a disfrutar la soledad, por que ante los designios de mi madre, no quería casarme, ella quería que me casara con un inútil que se suponía era general, ha! ni de chiste, prefería quedarme sola antes que terminar con uno de esos chicos que querían ser tanto como mi papá, era por eso que muchas veces me quedaba sola, viendo mi reflejo en el estanque de los espíritus, sin querer algo más que tranquilidad.-Bueno, tienes razón, el sonambulismo no es buena idea, prefiero estar despierta- acepté saliendo de mis pensamientos que no me ayudaban para nada a volver a casa, cada día que pasaba todos me presionaban más, no entendían que mi vida no era asunto suyo.

Sonreí cuando me contó del trabajo de la pulsera, al parecer si que le costo.
-Debió ser difícil hacerla, es decir con todas esas ocupaciones detrás de ti todo el tiempo, me alegra que te hayas preocupado por hacerla tu mismo, tiene más valor que si la hubieras comprado- le dije con una sonrisa, por ocupaciones yo misma entendía que eran muchas chicas e incluso, más que nada, trabajo en la Nación, seguro que ellos tendrían mucho trabajo, igual que nosotros, vamos, igual que todos en el mundo.

La sonrisa que puso me dio un tanto de valor para hacer la demostración que él quería, no podía creer que no era capaz de negarle nada, no sabía que rayos haría después si pedía otra cosa, ¿Qué tal si quería que siguiera con algo en especial?, no no no, ni loca, eso era malo para mí, casi nunca usaba una misma técnica durante un entrenamiento, era como si no pudiera mantenerme concentrada lo suficiente en eso, ahhh bueno, como sea, después de terminar el entrenamiento y haberle lanzado el agua, me giré con una sonrisa de lo más inocente, esas tipo princesa que no rompe un plato, ha! claro que no rompía un plato, rompía toda la vajilla como alguien por ahí alguna vez me había dicho.

Caminé lentamente y baje la mirada teatralmente, como si de verdad lo sintiera, pero es que ni que decir pues la vista que había creado había sido de todo menos algo para estar apenada por haberlo causado, al llegar frente a Balt puse mi mejor mirada de perrito abandonado, había sido divertido verlo evaporar el agua, si me concentraba podía hacerla volver, pero tenía unos cuantos baldes detrás, era lo bastante buena como para conseguir agua sin mucho esfuerzo.-Yo... estemm...¿De verdad crees que me aprovecho?- pregunté con voz preocupada de niña que no sabe lo que ha hecho, ha! esto sería bueno.-Por que fue tu culpa por querer ver lo que podía hacer, eso es parte de lo que se hacer.- repuse con una sonrisa, varias veces había jugado guerras en casa, era muy divertido aunque claro, por demás infantil, ahh ¿Qué rayos había hecho?, ahora sí ya no habría marcha atrás, esa boca debía aprender a callarse o algo haría, por ahora solo sonreia como si eso fuera a quitar lo que yo había dicho, por que mira que echarle la culpa a Balt en el recinto del Fuego, estaba serio.
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Mensaje por Balthazar Morgath Miér Sep 15, 2010 7:20 pm

Me encogí en hombros haciendo una mueca de duda ante su comentario, si bien era por que todo lo decía ella, es por que para mi su palabra es la que mas vale de todas, puedo ser un completo inútil para todo el mundo pero si Amina me decía que valía algo para mi era sentirme como diamante entre carbon, y eso creo que ya es decir algo pero que mas podía hacer si ella tenia ese efecto en mi, ademas me gustaba. Pero que creen?, como soy bien marica no le digo lo que siento por ella, pff, valiente Coronel.

Ah pues menos mal que no tenia nada planeado o me sentiría mal.
-Ah!... menos mal- dije aliviado.
En eso ya había caído con la broma y ella lo admitió y se disculpo pero por que hacerlo? si no fue su culpa que yo sea crédulo, OMFG me acabo de dar cuenta de que no le puedo echar culpas de nada, creo que eso en parte es buena y mala señal, por que significa que la amo, pero la amo tanto que creo que si matara frente a mi, ella no tendría la culpa aun cuando ella le pudiese haber robado la cartera a un sujeto que se esta disculpado por no tener mas dinero. Si, su culpa, si trabajará mas tendría mas dinero y no lo matarían, vago desempleado.
-No, ni las des, el crédulo soy yo- dije sonrojado
Después hice un gesto de modestia con la mirada y un manotazo al aire cuando me agradeció por dejarla entrar.
-Nah, ni lo menciones, a este lugar le faltaba el toque femenino, y que mas bello y femenino que tu.- dije con una sonrisa para adornar mis palabras.
Ahora que escuche el eco de mis palabras en mi mente, ¿que carajos fue lo que le dije?, así o mas 'estoy enamorado como un completo imbécil zombie sin cerebro de ti', Ay! no podía creerlo, tanto fue mi... sorpresa de decirlo que incluso carraspee un poco para disimular mi estúpida cara pero no quite la sonrisa, lo dicho esta dicho pero vamos, que poner cara de baboso no es conveniente nunca. Pero bueno, no puedo negar que hable con la pura verdad verdadera libre de mentiras mentirosas.

Recuerdos o memorias de cualquier forma que se le digan no dejan de ser 'adornos' en la piel que no siempre son deleitables a la vista, y mas la quemadota de mi espalda que me hizo ese maldito idiota que le gane en Agni Kai y aun así se atrevió a atacarme por la espalda cuando le perdone la vida, afortunadamente recibí atención repetidamente y lograron sanar la asquerosa textura de una quemadura pero igualmente gran parte de mi espalda tiene un tono de color diferente al de resto de mi piel, se ve mas rosada y raspada. Sin mas que decir suspire e hice un gesto de no darle tanta importancia a mi 'recuerdo'.
-Si, así es. Es, bueno como dijiste una forma organizada de resolver las cosas pero no siempre tiene resultados honorables- dije con un deje de decepción.
Me di la vuelta mostrandole la marca mas grande que tenia en todo el cuerpo, si bien ni siquiera tenia un valor de hacerse, fue por una estupidez que quede así, pero al menos si es un recordatorio de que hay que ser menos indulgentes en ocasiones.
Después le conte sobre los paladines, ahí aprendí a no perdonar en una pelea.
-Ajam, pero sobreviví por que era un especialista novato aun. Lo deje frito al tirarle un rayo atraves de un pedazo de metal que casi me clava en el abdomen. Y también me sentí como tu cuando vi a ese sujeto correr hacia mi con una trozo de metal filoso y yo sin poder correr.- dije serio.
Dicen que el rayo es el fuego de sangre fría, y pues como me sentí congelado creo que ayudo esa metáfora. Sin embargo fue una suerte que le diera, aun no sabia controlar bien los rayos.
-Pero tuve suerte de darle por que era el segundo relámpago que creaba, y sin entrenamiento- agregue con un cierto deje de alivio al recordar como paso.
Una total suerte de principiante. Pero con el nuevo pan que tenemos amina y yo de como combatir a los especialistas estoy seguro que se habrán de acabar esos días donde estábamos casi imposibilitados.

Habiendo terminado con el tema de los malos sueños y malos hábitos de dormir. Me encogí en hombros modestamente cuando reconoció la dificultad que tuve al hacer su regalo, y es que si fue difícil cuando uno sabe de joyería lo que un carpintero de Ingeniera espacial, nada!. Pero no me gusta presumir, se ve tan mal gente haciendo eso, vaya! ni de broma lo hago.
-Cuales ocupaciones, un hombre necesita tener prioridades. Ademas solo me dijeron: ''Señor nos atacan'' y yo : ''Ay! pues ni que se fuera a acabar el mundo'', ''Señor, están destruyendo el mundo'', ''Ay! ni que se fuera a acabar el universo''- bromee.
Creo que entre lineas le dije que mi principal razón de ser es... estar pendiente de Amina?. Si eso dije, bueno con clave oculta pero dije que se necesita tener prioridades y en realidad si deje algunos asuntos por hacer su regalo. No lo había visto así, que mal viaje me doy cuando me enfoco en Amina de verdad. Pero creo que ya dije que ella ya no cabe en mi corazón por lo que ocupa espacio en mi cerebro también.

Después del baño express que me dio Amina (no pudo ser de esponja) y haberme secado, su sonrisa me hizo olvidarme de eso y su mirada me perdió en un inmenso mar de amor. Era ten tierna con su carita de perrito abandonado, awwww como es posible si quiere poder fingir enfado con eso, ya hasta me sentía mal por siquiera atreverme a pensar en que se aprovecha.
-Eh... no, no me refiero a eso, es solo... lo decía de juego, Ami- pronuncie su nombre con ternura (sin pensarlo).
Camine en dirección a ella con cara de haber metido la pata por mi estupidez. Al escuchar sus palabras no pude contenerme en darle la razón, se los dije, incluso si amina es asaltante ella no tiene la culpa. Asentí con mirada y me le acerque a invadir su espacio personal.
-Si ya se... fue culpa mía. me disculpas?- pregunte arrepentido.
Antes de que me pudiera responder me acerque a ella con un abrazo como el que le di el otro día, marca balt pero ahora, ohh se me olvido que no tenia bata ni nada en el torso.

Justo antes de darle el abrazo acerque primero mi rostro para darle un beso en la mejilla que, bueno no fue totalmente en la mejilla, no pude evitar mover mi cabeza un poco y darselo en la comisura de los labios. Y ahora si, el abrazote, si hasta parecía que buscaba cualquier excusa para tenerla en mis brazos, ok no lo niego , eso es cierto. La envolví en mis brazos y la presione firmemente pero con cariño hacia mi cuerpo y acaricie su cabeza con la mía así como mis manos acariciaban su espalda tiernamente. Mis manso iban de arriba a abajo lentamente por toda la espalda de Amina, me sentía bastante cómodo con ella entre mis brazos y de momento perdí la noción del tiempo así que aunque el abrazo se me hiciera corto, fue largo. Sin quedarme quieto también empece a tocar su cabello al momento en que baje mi cabeza hasta su oído y le susurre tiernamente como perrito herido.
-¿Me disculpas, Amina?- susurre a su oído.
Mi boca estaba de ella tan cerca que casi le besaba la oreja, es mas, mis labios si le rozaron el oído y en ningún momento deje mis manos quietas ni mucho menos me separe de ella. No!, que se me va media alma.
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Mensaje por Amina Hartwin Miér Sep 15, 2010 11:05 pm

Una sola escena se formó en mi mente, una dónde estaba enojada con él por algo que no lograba comprender, incluso pensándola se veía tan irreal, como si nunca fuera a pasar, no veía fundamentos y si pasaba, no me creía capaz de enojarme con él, vamos, era una sentimentalista de lo peor, si no podía enojarme realmente con Ciara que se lo merecía, mucho menos con Balt, era como enojarme conmigo misma, no, esperen, era tan rara que si me había logrado enojar conmigo misma, pero tenía fundamentos, mira que dejar que una ola se salga de control y llegar al iceberg más cercano no era muy divertido y yo solita había logrado una quemadura con el hielo, por extraño que pareciera, el hielo también quemaba y lo había aprendido por las malas.

Sonreí sin poderme contener cuando parecía mas aliviado, aun no me acostumbraba a tener esa reacción sobre la gente, estaba bien que muchos me creían pero la mayoría terminaban descubriéndome, era tan mala mentirosa que a duras penas lograba engañarme a mi misma, así que tenía algunas teorías, o Balt era demasiado inocente, o lo hacía por no dejarme mal o quizá, solo quizá yo tuviera ese efecto en él especialmente y a decir verdad, esperaba con todo el corazón que fuera la última, no podía contar lo mucho que me gustaría que esa fuera la respuesta.-Bueno, en ese caso dejemoslo en que ambos tenemos la culpa- propuse mordiéndome el labio por inercia, rayos, no sabía por que no podía quitar esa mirada de enamorada de película cuándo estaba frente a él, era irremediable, al parecer no quería irse esa mirada que me atormentaba solo cuando estaba con él.

De hecho, hablando de cosas que me pasaban cuando estaba con Balt, parecía que todo lo que había estado guardando salía a flote en este lugar, si no quería sonreír, era imposible no hacerlo, si intentaba mostrarme desinteresada, todo me salía en contra, parecía un complot divino, como si el Yin y el Yang quisieran jugarme una mala pasada desbalanceando mi vida, y yo que creía que ya estaba bastante movida. No sabía que hacer, estaba un tanto perdida, no me quería ver como idiota detrás de él, pensando en él como si no hubiera mañana, ahh estaba volviendome más loca de lo que admitía.

-Gracias, ¿Sabes?, me di cuenta que en este Recinto solo están los mejores maestros Fuego, la combinación perfecta entre fuerza y otros tantos elementos- comenté para no dejar pasar lo que me dijo, la cosa no estuvo en mis palabras, sino en lo que me di cuenta después, al girar la mirada para esconder el rubor que se había extendido por mis mejillas me di cuenta de que, si, estábamos solos en el lugar y no, no había dejado de lado el tonillo meloso, ahh bien Amina, si él se había mostrado dulce y muy pero muy, ¿En qué rayos estaba pensando?, bueno si, estaba bien que podía tener unas pocas posibilidades pero tampoco podía ir por la vida siendo tan obvia, el rubor se había hecho un poco más oscuro ante la realización que había hecho, maldita sea, ¿Por qué tenía que ser tan blanca?, grrrr si antes había querido el color, ahora no me ayudaba.

El color de mi piel siempre había sido así, nunca en la vida cambiaba, excepto claro, cuando me había quemado la espalda, al recordar ese día un escalofrío me recorrió la columna, pasando por el lugar donde ahora tenía una cicatriz, en realidad nunca había puesto mucha atención a ese punto en especial, solo estaba ahí, ahora lo sentía latiente, podía sentir que era una onda como luna terminada en la base de la columna en una punta, sabía que si me volteaba Balt podría ver la cicatriz que tenía, la blusa solo me cubría la mitad del torso para darme movimiento, ahh si que mi sastre pensaba en todo, aparte, aquí hacia calor, sin ese aire extra ahora estaría sudando horriblemente.
-Como en todo, no siempre nos gustan los resultados, pero ya que, hay que aceptarlo- le dije encogiendome de hombros. Cuando se dio la vuelta pude apreciar la marca que tenía, eso seguro era fuego y había estado muy profunda la herida. Esa seguro era de un Agni Kai como ya me había dicho, pero ¿Por qué había estado esa vez en un Agni Kai?, no creo que pudieran deshonrarlo de muchas maneras, vamos, era el príncipe, si bien su hermano tendría el trono, él seguía conservando el título y el orgullo, me abstuve de abrir la boca para preguntar, temía que la respuesta no me fuera a gustar.-Yo solo tengo pocas así, tengo una que cruza la espalda por quemarme contra un hielo, nada como los duelos- expliqué girando para que pudiera ver la linea curva que recorría mi espalda, al menos no se veía totalmente deforme, había tenido suerte de que me tocara una forma menos extraña, aunque la textura que tenía era menos tersa, parecía un tanto como si le hubiera agregado un tono más rosado a la piel, al menos eso había podido ver en el espejo el día después de que me curaron.

Me paré un segundo de seguir pensando en mis cosas y me concentré en su memoria, era algo impresionante lo que me decía.
-A mi casi me atraviesan con una de sus lanzas, si no fuera por que de alguna manera las lágrimas que había tenido en el rostro se dirigieron al Paladín y lo inmovilizaron, nunca hubiera podido salir de ahí, esa vez me había quedado en el lugar de Ciara, que aun era muy pequeña pero la terca de mi hermana se escapo en medio del campo de batalla, fue suerte de principiante.-conté mientras reparaba en una vena que parecía haberse saltado ante el recuerdo de la presión, generalmente no contaba cosas así, mucho menos que unas lágrimas me habían salvado.

Pasando mis recuerdos de ese día negro intente no reír ante lo que me decía, se preocupaba bastante por mi, tenía unos detalles que nadie más tenía y sinceramente no quería que alguien más tuviera, era algo solo suyo.
-Todos esos a los que les dijiste esas cosas, cuando sepan que estuviste trabajando para hacerme algo a mí, me van a recriminar que no les pusieras atención- bromeé junto con él, a decir verdad poco me importaría soportar eso con la satisfacción de saber que yo había sido la causa, ahh pero que egocéntrica me había visto, tenía que aprender a controlar los impulsos de egocentrismo que me daban, no eran buenos.

Retorcí uno de los mechones de mi cabello sin poder detenerme, seguía con mi pose inocentona, pareciendo una niña sin mayores complicaciones que alguien estuviera enfadado con ella, pero bueno en realidad ahora mi mayor prioridad era que él posiblemente estaba enojado conmigo, baje la mirada en disculpa, ahh si que era una actriz, y yo que pensaba que no lo era, pff ya no sabía ni que era yo misma.

La forma en la que pronunció mi nombre hizo que algo se retorciera dentro de mí, no era como siempre que sentía un ligero apretón cada que lo veía, esta vez era... especial, como si no pudiera concentrarme en nada más, por más que intentaba ahora sí no podía alejar mi mente de la sola idea de que él estaba tan cerca, a solo unos pasos y yo no podía moverme hacia adelante, era como si la tierra me detuviera donde estaba, una vil mentira pero así me sentía, casi imposibilitada. Poco significo para mí la invasión de mi espacio personal, vamos, eso era lo que quería, por muy extraño que se escuchara, no entendía por qué llegaba hasta ese punto, bueno si, si lo hacía, lo amaba, ¿Qué otra razón necesitaba?. Sentí el beso en la comisura de los labios y sin permiso de mi consciente desee que se hubiera movido un poco más. Me recargué en el con las manos atrapadas en su torso, estaba tan cómoda así que por mi me hubiera podido pasar el día y no me habría molestado, sentía que sus manos recorrían mi espalda y estaba agradecida de la presión que ejercía sobre mí, ahora estaba tan pérdida que de seguro si me hubiera soltado, habría caído de lleno, ¿Tanto confiaba en él?. Estaba por contestarme a mi misma cuando sentí un cosquilleo en el oído, las palabras que le siguieron eran tan... tan sinceras que tuve que hacer acopio de mis fuerzas para no alzar la cara para darle un beso, eso no quedaría muy bien en mí.
-¿Cómo en el mundo podría no perdonarte?- pregunté con una voz extrañamente dulcificada mientras lo veía a los ojos, alzando una mano para acariciarle la mejilla, qué espectáculo debíamos de estar haciendo, ahh cierto, no hay nadie más.
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Mensaje por Balthazar Morgath Jue Sep 16, 2010 9:11 pm

Sonreí de forma positiva a su comentario, era mejor acordar tregua, así que, pues vale, los dos somos culpables. Eso lo sentí raro al pensarlo, ya saben, que los dos somos culpables, uno por crédulo y la otra por bromista engañosa pero miren que lo raro de esto es que no me creo las bromas de nadie, de nadie, soy tan seco que ni gracia me causan pero con Amina era otro efecto totalmente distinto, con ella podía reír incluso de las cosas mas estúpidas. Será eso Amor real?, será así como el amor trabaja? o es una mala pasada de la vida o mis propias emociones, ya sabemos que no tengo el récord de control emocional impecable.
Pero al ver la mirada que me daba no podía evitar sentirme alegre y ser otro, a decir verdad creo que incluso me atrevería a cambiar por ella.

-Pues, ya sabes que si lo dices tu te creo- afirmé con una sonrisa.
Creo que eso lo tome como un halago de su parte al decir que solo los mejores Maestros Fuego entran aquí, bueno pues yo entre, así que lo tomara como un cumplido indirecto solo para mi, pero que egoísta soy, no?.. cuantos maestros mas no entran y me robo todo el crédito pero miren que los demás me vienen valiendo un pepino mal rebanado. Le sonreí de forma dulce al verla ruborizada, no había nada mas lindo que Amina con las mejillas ruborizadas, tanto que no pude evitar tocar suavemente sus mejillas y hacerle notar su condición, peor no como burla claro, es mas, me parecía sensual y atractivo.
-Te ves hermosa cuando te sonrojas sabias?- dije tiernamente
Vaya! eso no me causo remordimiento cuando lo dije, en verdad que si me esta haciendo cambiar, es como si dejara de lado la culpa que siento de amarla y estuviera aceptando que no puedo combatir mis sentimientos por ella. De hecho, eso que me paso se sintió como una liberación, me sentí con vida. Bueno solo no esperaba que me lo tomara a mal y me llamara acosador.

Asentí con la cabeza una mirada de resignación a que no siempre los resultados van a ser los que deseamos como ella bien dijo. Pero esa ocasión fue una total deshonra para ese sujeto, ademas de que al volverme hacia el le di una golpiza que jamas olvidara, de hecho ese sujeto se mudo de Senghi Lao para no volver, ya nunca supe si dejo el país o solo la ciudad, como sea mas le vale no toparse en mi camino. No es bueno atacar a un demente emocional con ataques de rabia, bueno eso fue antes, ahora solo soy muy enojon, como siempre he sido, no soy mandón pero si no hacen las sencillas cosas que pido me molesto, mi hermano y yo compartimos ese dato pero el es mas... especial, se molesta mas fácil y si es mandón.
Al ver su cicatriz, bueno no s eme hizo algo feo, de hecho me gustaba como se le veía, parecía una media luna. Vaya, estoy tan enamorado que sus defectos físicos los llego a ver como marcas de belleza, al menos es una ventaja eso del amor, no?
-No esta tan mal... de hecho creo que se ve linda- la anime.
Al verla de espaldas mostrandome su cicatriz no pude evitar tocarla suavemente para sentir la textura de su marca, si bien no se sentía como piel normal no era nada que me hiciera dejar de quererla. ahora yo era el acosador que no dejaba de ver el cuerpo ajeno, ademas de que estoy tocandola, con delicadeza pero tocando al fin. Muy mal Batl, respeta mas a la gente.

La mire con algo de asombro por su anécdota, esa suerte de principiante creo que es una bendición en ciertos casos, como bien ya mencione el mío, freí a un paladín especialista en fuego de milagro antes de que atravesara como cerdo vaca a la leña.
-Vaya!... es una bendición tener la suerte de principiante en esos casos, creo que igualmente yo la tuve contra mi paladín- afirme muy seguro.
De eso no me cabía duda, creo que el karma, yin yan o lo que prefieran usar, nos concede una ventaja que se llama precisamente suerte de principiante, es como dejarnos saborear la victoria al primer intento.

Hice una mueca de cierto disgusto por imaginar que alguien le haría tal cosa a Amina.
-Recriminarte... a ti?.. Ja! quiero verlos intentar vencerme en un Agni Kai si se le ocurre ofenderte así- dije bastante seguro.
No quise sonar paranoico pero el simple hecho de pensar que alguien piense mal de amina me hace enojar y querer quemarles la cara por ofender a si a tan hermosa y dulce persona. Creo que técnicamente le dije que daría la vida por ella, si tomamos en cuenta que algunos Agni Kai por no decir todos son duelos a muerte. Si pues, el fuego es el elemento de la vida pero así mismo es el mas mortal de todos y el mas peligroso.

La vi jugar tiernamente como niña con su mechón de pelo y no pude evitar que los sentimientos por ella me invadieran el cerebro y el cuerpo. Ella era tan dulce y divina que no podía culpara absolutamente de nada y no dejaría que ella se echara culpas tampoco si lo llegase a hacer. Así que pidiendo perdón yo a ella fui a abrazarla con mucha ternura y sinceridad.
La pegue bien a mi cuerpo como si sintiera que si la soltaba aflojaba el abrazo la perdería por siempre, acariciaba su espalda con mucho cariño al susurrarle disculpas al oído y rozar ahí mis labios, no me contuve para apretarle con mis labios el lóbulo que se forma a en la parte baja de la oreja, pero eso si tengo que reconocerlo, lo hice queriendo que lo notara. Solo separe un poco mi cara mas no mi cuerpo, para escucharla decir que 'como en el mundo seria posible no perdonarme' mientras acariciaba mi mejilla con una mirada de lo que no te fue mucho, pero mucho cariño, tal como la mía. Después de sus palabras volví a abrazarla y me acerque a su oreja de nuevo en donde suspire.
-Gracias a Ami, no sabes cuanto significa para mi que digas eso.- susurre con un beso a su oreja.
Ya había perdido el total control de mis acciones y empece a besar la oreja de Amina y a frotar mi mejilla contra la suya. Mis manos no se estaban ni un segundo quietas y por una extraña razón, dígase un vocecita en mi cabeza, me dijo que yo le gustaba a Amina y eso me dio confianza de seguir con mi desmenuzada prueba de afecto. Después de haber besado su oreja me pareció que le di una pequeña lamidita ahí mismo y sin pensarlo baje mi rostro y comencé a besar su hermoso cuello, el aroma de su piel era como una toxina alucinante que tenia efectos graves en mi, me separe solo unos milímetros de ella para verla a los ojos. Con unos ojos que no reflejaba nada mas que amor puro y sincero, desmedido y apasionado, y de un instante a otro me acerque lentamente a sus labios en donde le deposite el mas dulce, tierno y amoral beso que jamas pude haber dado.
A continuación del beso volví su pido para decirle de una vez por todas eso que me aflige el interior de mi ser y no me deja vivir en paz con mi conciencia, era ya la hora de decir la verdad, de hablar ahora o calla para siempre.
-Te amo, Amina- susurre con las mas sinceras de las palabras.
Unos segundos mas tarde regrese a sus labios sin darle tiempo de que pudiera contestar algo temía que me dijera que me ve como una migo y mi egoísmo me hizo silenciarla a besos. Pase mis manos por toda su espalda acariciando su marca.

Si bien no tenia intenciones de hacerla mía aun, quería disfrutar de acariciar su cuerpo como si de una obra de arte se tratara, quería que ella sintiera la escultura de amor que le he creado dentro mi y la única forma de hacerselo ver era con hechos y ni palabras. No me cansaba de besarla, simplemente no pida agotarme de ella, incluso podría decir que ella era la que renovaba mis fuerzas, baje sutilmente mis labios por su barbilla hasta su cuello, vale, no soy vampiro pero el aroma de inhalaba al arquear su cuello era droga de la buena, de la que que yo necesitaba para vivir, si diganme adicto pero es un vicio que no estoy dispuesto a dejar. Le comencé dar leves mordiditas en el cuello y como un mata pasiones recordé en donde estábamos parados, pero bueno, decir que amas a alguien con hechos justifica cualquier cosa... sino, venga Agni Kai!.
-Increible...- dije sintiendome casi irreal.
-Amina yo... creo que se me fue un poco la mano, pero ya no podía ocultarlo mas... me estaba haciendo daño a mi mismo.- dije apenado y sonrojado pero con total sinceridad.
Aun así lamí un poco mis labios para sentir el sabor que dejaron impregnado los de Amina.
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Mensaje por Amina Hartwin Vie Sep 17, 2010 1:39 am

Me quedé un tanto embelesada por su sonrisa, lo único que me trajo un poco a la realidad fue la brisa cálida que barrió mis mejillas, una caricia que al parecer aquí siempre sentía, pensándolo bien, este lugar no era tan malo, quitando la escasez de agua de cualquier lado, era fácil adaptarse a un lugar así y más con la compañía de alguien como Balt, era como si pudiera hacer cualquier cosa por él, al menos así me sentía ahora, sabía que no era normal sentirse así, pero vamos, ¿Qué en este mundo es normal cuando te enamoras?, eso lo había aceptado hace poco, estaba enamorada irremediablemente de él, con todo lo bueno que podía traerme y también las dificultades que seguramente encontraría más adelante, y sinceramente, las cuales no me importaban en lo más mínimo, quizá por una vez en mi vida iba a ser feliz sin tener que preocuparme por nada más.

Por la luna, me sentía tan bien ahora, al parecer aceptar algo al menos en la mente ayuda para sentirse bien consigo mismo, eso lo reflejaba, lo podía saber por que mi corazón parecía ir a mil por hora, sip, un infarto me iba a traer todo esto, ahh lo sufriría y no importaría.
-Me acostumbraré a ser tan creíble- contesté con una sonrisa extendiéndose por mis labios, era un tanto extraño sonreír tanto, incluso yo podía sentirlo, como si cada sonrisa fuera equivalente a un poco más de felicidad, nada comparado con las otras sonrisas falsas que solía implementar.

Con el latido de mi corazón atronandome el oído poco podía concentrarme en algo más, ahora estaba totalmente concentrada en él, como si fuera a perder algún detalle si no ponía la suficiente atención, mira que eso era difícil de lograr en mí, generalmente era una distraída de primera, muchos tenían la manía de tronarme los dedos para devolverme a la realidad, pero él tenía una forma más gentil de hacerme volver, recordé el estado sonrosado de mis mejillas cuando me lo hizo notar, ahh ya que, no importaba.-Pues, hermosa o no, no es divertido sonrojarme- le dije sinceramente, sonrojarme era una de las cosas que menos me gustaban, aún así no pude evitar el gesto de cerrar los ojos para disfrutar del tacto de su piel contra la mía, en situaciones normales, nadie se acercaría a mí ni dos pasos, pero claro, la situación era bastante especial con Balt, no podía decirle nada, no me sentía con ganas de hacerlo.

Mordí mi labio inferior inconscientemente cuando asintió a mi conjectura, bueno, ninguno de los dos podíamos hacer mucho en ese aspecto, las cosas sucedían y ya, en mi caso fue un total descuido, recordaba ese día como si fuera ayer, bueno no exactamente por que ayer era un día muy especial, lo había estado esperando por tanto tiempo que ahora me parecía un día para recordar, bueno, como sea, el punto era que recordaba el día. Ese día había estado enojada con mi madre, no quería hablar con nadie y me fui a entrenar, era el tiempo más caluroso del día y decidí deshacerme de mi abrigo, lo había dejado a un lado y me había puesto a practicar con algunas olas entre congeladas y sin congelar, eran difíciles de controlar, después en eso que montaba una ola que había movido de arriba hacia abajo, llego un guardia con "órdenes" de mi madre, había perdido el control en un solo minuto, gritando que no quería que me molestaran, un solo movimiento de la mano mal hecho me lanzo por los aires para estrellarme de espaldas al iceberg mas cercano, clavándome el hielo en la espalda, me había quedado ahí unos minutos por que no me podía mover, esos minutos bastaron para aprender que el hielo también quema, las cosas después fueron más rápida, todos querían ayudarme, nunca me había sentido tan inválida como en ese momento, salí de mis memorias para sonreír ligeramente cuando me volvió a hablar.
-¿Tu crees?, espero que no lo digas por decir, bueno, en todo caso, tuve suerte de que no fuera toda la espalda- contesté un poco más relajada por que no pensara que estaba marcada de por vida, una corriente me recorrió antes de sentir el ligero toque que hacía a la cicatriz era un toque tan suave y gentil que no hice movimiento alguno para alejarme, vale, esto era raro.

Sonreí para quitarle importancia a mi anécdota, vamos, no era nada.
-Suerte de principiante, sería genial conservarla siempre- agregué asintiendo a lo que dijo, si que era una bendición, quizá muchos Paladines pensaran que no teníamos derecho a bendiciones, pero al final de todo éramos humanos como ellos, su Dios nos quería un poco y nos ayudaba, sino, no podría estar aquí ahora sin alguien que me estuviera vigilando las 24 horas del día, al menos eso si que le agradecía a Dios.

Tuve que guardar una risa que amenazaba mis labios ante la mueca que hizo.
-¿Pelearías un Agni Kai por mí?, eso es...woow, gracias Balt- pregunté un tanto incrédula cambiando mi voz a una agradecida esbozando una sonrisa, ¿De verdad estaría dispuesto a pelear por mí? era un gran detalle que no podía explicar como me hacía sentir ese gesto, muchos ofrecían cosas por mí pero le hacían las ofertas a mi madre, como si ella fuera a escoger mi futuro, odiaba que me quisieran solo por el título que llevaba, aquí parecía que a él no le importaba, me quería como era pues él seguramente no quería un trato, ayy pero que estoy pensando, ni siquiera sé mucho más sobre el tema y ya estoy inventando, que buena imaginación tenía.

Pero ¿Y si él si me quería como yo pensaba?, si de verdad pasaba lo que yo quería, nada me haría más feliz, él era todo lo que quería y más, desde que lo conocía siempre había estado presente en mi mente, esperaba los días dónde sabía que nos veríamos, quizá estuviera muy chica en ese entonces o al menos a eso le había achacado mis ensoñaciones con él, era como si no pudiera dejar escapar ningún detalle que él tenía conmigo, quizá fueran solo buenos modales, pero aún así, desde ese entonces algo me sucedía con él.

Sin poner resistencia ante su abrazo me acomodé mejor en sus brazos, pasando los míos por su cuello para pegarlo a mí como si la vida se me fuera a ir si no lo tenía conmigo, no lo entendía, era como una parte esencial de mí y definitivamente no había marcha atrás, ahora tenía la clave para seguir, esa clave tan ansiada que solo me retenía, ahora sí podría demostrarle mi cariño sin recriminarme algo a mi misma y si lo hacía, ya lidiaría con eso luego. Solté un suspiro cuando sus labios atraparon mi lóbulo, era una de mis debilidades y de verdad que me había gustado.
-Tu no sabes lo mucho que significas para mí- repuse cerrando los ojos y encontrando un punto en la clavícula dónde en un impulso mis labios depositaron un beso, ahora si que poco me estaba interesando que no tuviera la bata puesta. Deje que me guiara el instinto más que la razón, por qué ahora esa amiga estaba bastante pérdida. Una de mis manos bajó de dónde la tenía para recorrer su torso con un dedo, siguiendo la forma de esté mientras por inercia mi cuello se estiraba hacia un lado para dejarle el paso libre, ahora si que no podía contenerme, algunos suspiros se me escapaban de vez en cuando, ya no había necesidad de fingir que no deseaba que algo así pasara.

Mi mirada se encontró con la suya, estaba segura que demostraba algo de sorpresa mezclada con todo el amor que había tenido guardado por miedo de no dar el primer paso, también podía decir que mi mirada reflejaba felicidad más que nada, estaba realmente feliz. Sus labios eran todo lo que había soñado y más, me guiaban con ternura y no tenían la intención de apresurarme, yo no quería ir más rápido tampoco, estaba disfrutando del momento sin remordimientos, pero como todo lo bueno en esta vida, tenía que acabar en algún momento, pero la interrupción no pudo ser mejor.
Con el cierre del beso, oí lo que más anhelaba, él me amaba, eso era...ahh ni siquiera podía explicar cuán feliz estaba, no había palabras para expresar lo que sentía, quería decirle que yo también lo amaba, eso pretendía hasta que sin más sus labios volvieron a atrapar a los míos, esta vez eran igual de tiernos pero un poco más fuertes, me encantaba, simplemente lo amaba, tiré un poco de su labio inferior para atraerlo más a mí mientras una de mis manos se enredaba en su cabello y la otra seguía acariciando su piel, cómo si supiera que esto era un sueño y tenía que recordarlo a la mañana siguiente.

Este parecía un sueño, pero no lo era, estaba segura de eso por que la corriente eléctrica que me recorría ahí dónde me tocaba no podía ser nada más que real, es más, no quería que este fuera un sueño, era demasiado perfecto como para pensar que podría acabar en cualquier momento. Como si me quisiera recordar que esto era real, mis labios seguían jugueteando con los suyos en una pequeña guerra de la cuál ninguno de los dos se cansaba, había estado esperando esto tanto tiempo que era imposible ordenarme a mi misma separarme de él, ahora se me hacía tan difícil siquiera dejar ir sus labios, sonreí inconscientemente cuando dejo ir mis labios para acercarse a mi cuello, mi respiración era tan irregular como la de él, después de todo, nada más podíamos pedir, otro suspiro se escapo de mi boca cuando comenzó a dar algunas mordidas en mi cuello, lo arqueé inconscientemente, lo dicho, no podía negarle nada, mi mano lo dirigía hacia ahí. Después lo deje ir con algo de renuencia, ahora era yo la que tenía que decir algo.
-Hay algo que tengo que decir- le dije en cuanto sentí que mi voz saldría sin quebrarse, coloqué el dedo índice de la mano derecha en sus labios, como si no quisiera que hablara.-Balt, yo también te amo- pronuncié finalmente con una felicidad en la voz que no podía ocultar, retiré mi dedo para darle un beso fugaz antes de contestar otra cosa, ahora sí podría contestarle lo que quisiera, eso era todo lo que en realidad necesitaba decir.
-No te preocupes, de verdad, me alegra que lo hicieras, me haz quitado un peso de encima a mí también- le dije bajando la mirada un tanto apenada y ocultando el rubor que también se extendía por mis mejillas, ahh él se veía tan lindo así, me mordí el labio para ocultar una sonrisa culposa, Dios ni yo me creía lo que estaba pasando.
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Mensaje por Balthazar Morgath Vie Sep 17, 2010 7:13 pm

Pues aunque a ella no le gustara sonrojarse a mi me gustaba verla así, tan tierna y angelical con sus mejillas rosaditas, se veía como si de verdad no rompiera ni un solo plato, bueno ni los rayaba.
No se por que tenia fijación sobre las mujeres, todas se veían tiernas claro pero para mi la mas hermosa seria siempre amina, solo recalco el hecho de que mi pose de rudo, si es que la llego a tener, se me esfuma con ver la cara de una chica tierna, con Amina el efecto se aumenta al menos 100 veces mas pero me importaba poco ceder ante ella, de hecho ella era la única con la que podía ser tierno y cariñoso, si, ya casi ni con mi propia madre soy así, que mal ando de veras. Pero al menos a mi madre le agradaba Amina, siempre me decía que ella tenia la pinta de una princesa hecha y derecha, que era muy bien portada y no se que mas adornos le colgaba pero, hey!, es cierto. Y bueno, por eso mismo no habría el típico problema de las suegras odiosas, si es que Amina le llegase a decir suegra a mi madre, por favor espíritus que así sea! cumplanme el caprichito por favor.
Por que no me importa que tan diferentes sean nuestro elementos, estoy seguro de que seriamos tan buena pareja como la luna y el océano.
-Pues divertido o no, te ves encantadora y a mi me gusta- dije muy seguro
Vale creo que ya se me boto la canica y estoy hablando de mas, asi que Balt, callate la boca.

Asentí con un sonidito como de ''ajaam'' cuando me pregunto que si en verdad creía que esa marca se le veía en realidad bien, pfff, y que cosa no le voy de hermosa a Amina? podría estar toda tatuada como prisionera y aun la seguiría amando, pero... bueno si podemos evitar esos detalles creo que seria bueno, me gusta mas mirar su piel impecable a tener que mirar dibujitos y rayones.
-Si, en verdad es una linda marca. No como la mía, al menos tuve suerte de que no me dio en la cara- comente con una ligera sonrisa.
Bueno, a mi como ya dije, me encanta todo de Amina y no hay marca ni cicatriz que le reste belleza, ademas no tiene ninguna en su hermoso rostro y menos mal que yo tampoco por que no si me haría el mismo caso que ahora si estuviera deformado fácilmente. Hey! eso me trajo a la mente la imagen del Señor del Fuego Zuko, un posible antepasado mío que en su pintura parecía tener una marca en el rostro y según la historia y los pergaminos que encontré por ahí cerca de las tumbas reales relataban que ofendió a su padre al parecer en una reunión, pero no especificaba si dijo algo malo o entro sin permiso, deberían tomar mejores notas para el futuro, como sea el punto es que ¿que clase de cruel padre deforma a su hijo es vez de simplemente renegarlo a su habitación por un mes?. Si por eso digo que Ozai era un malnacido.

Jaja!, si, esa suerte seria buena tenerla siempre, por eso a veces siempre me pregunto cosas como que seria mejor, si ser el hombre mas listo o afortunado del mundo, la verdad no se que decidir pero creo que si la suerte no se te acaba pues viene siendo mejor que la inteligencia, por que con un golpe de suerte puedes hacer miles de cosas, cumplir tus sueños y sin tanto esfuerzo, pero con la inteligencia vienen grandes ideas aunque si no tienes la suerte de poder proyectarlas... pues nunca existirán.
-Por eso me pregunto: ¿Que es mejor, ser listo o afortunado?. La pregunta del millón- sonreí.
En serio que esa cosa es tan existencial como preguntarse ¿que fue primero, el huevo o el pato tortuga? pero es que si te pone a patinar el cerebro si te preguntan.

Al escuchar su pregunta no pude evitar pensar rápido en que técnicamente le dije eso que ella me pregunto. Bueno pues claro que pelearía un Agni Kai por ella, es mas, viviría de eso si me lo pidiera. Ademas tengo cierta experiencia ya en ese tipo de combates, el primero si es bastante atemorizante como el mío. Un tipo, como habitualmente me pasaba, me hizo ver que era un rechazado por mi propio padre al no poder ostentar el trono como debe de ser, así pues yo ya tenia edad para un Agni Kai y le pedí a mi padre pelearlo por mi mismo, no puedo mencionar lo orgulloso que mi padre se puso y angustiado, pero al final gane y... bueno, gane, era un Agni Kai, creo que ya saben que paso, en esos tiempos yo no tenia un buen dominio emocional y durante la pelea al tipo se le ocurrió intentar desequilibrarme mentalmente con ofensas pero yo ya estaba desequilibrado, al final del encuentro paso lo que tuvo que pasar... pues como dije, gane y lamentablemente el otro sujeto, pues perdió mas que el encuentro.
-Claro que lo pelearía- dije muy seguro -¿en serio dudaste de mi?- pregunte un poco afligido
Vale, eso si me llego un poco al corazón, me hizo pensar que tal vez no la quería suficiente o que no le había... esperen, claro eso era, no le había mostrado cuanto la amo en verdad, pff, bien balt, bien. No te su incredulidad pero bueno, la tiene bien fundamentada, que he hecho para decirle que la amo? nada.

Pero eso se cabo, me harte de que jamas hiciera nada y hacerme el imbécil junto a ella fingiendo que no la amo, al fin pude hacer algo que si bien era lo que siempre quise hacer no pensé que lograría algún día, pero henos aquí, tan cerca el uno del otro. Estábamos muy bien agarrados el uno del otro e incluso haciendonos caricias que no podemos negar que queríamos, yo le había dado un apretón con los labios es el lóbulo de su orejita y una pequeña lamidita tierna para expresarle mi amor, pero al escuchar sus palabras algo e hizo creer que de verdad se refería a la importancia que yo quería tener sobre ella y no pude evitar apretar mas el abrazo al momento en que me beso la clavícula, se había sentido tan bien el que sus labios se posaran sobre mi piel que suspire profundamente al estar embobado por sus caricias, sentí una ligera descarga o corriente en mi cuerpo provocada por el dedo de Amina, lo sentí como un coqueteo muy sutil y agradable.
Se que debí darle tiempo de hablar después de que yo lo hice, pero tuve que hacerla callar con un beso por temor a que no me gustara la respuesta, sin embargo su mirada fue una llamada muy sonora de que ella estaba feliz con esto y a mi me hacia mas feliz poder hacerla sentir así.
Con ese jalón que me dio en el labio inferior se me disparo el instinto carnal y le di un jalón rápido a sus caderas pegando su pelvis y abdomen con los míos, eso me había gustado mucho de ella, se me antojo un poco traviesa pero jamas la deje de ver tierna, no se por que, para mi ella siempre se vería como la tierna y adorable Amina Hartwin, aunque esos detallitos como ese jalón de labio era muy estimulantes y que jugara con mi pelo eran puntos extras que bien merecidos se tenia.

Digamos que fue tal estimulación que en un arrebato de instinto y deseo le di unas mordidas en el cuello, el cual ella arqueo para darme mas comodidad y después de ponerme semi vampiro con eso deje las mordidas para darle tiernos y cálidos besos ahí mismo, en su terso y hermoso cuello. Al cabo de unos instantes tenia que separarme para ver que esto no fuese un sueño y aunque no lo era, no podía evitar sentirme soñado, esto era literalmente lo que se llama un sueño hecho realidad, solo esperaba que ella lo sintiera de igual manera.
Trague un poco de saliva con esas palabras, ok, no me quedaba de otra mas que aceptar lo que viniera, yo la amaba si a ella solo el serví para un pequeño encuentro romántico, pues bien, lo acepto, si amas a alguien debes dejarle ir... pero no se si así como pienso actúo, quizás si me dijera que no me ama me pondría demasiado deprimido, es que eso si no podría aceptarlo. Iba a decirle algo, lo que fuera para quitar tanta tensión del asunto, tenia mucho miedo también de escucharla decir que no me ve como una pareja, si no como amigo pero antes de que pudiera decir algo, me noto las intenciones de hablar y me coloque su hermoso dedo en mis labios y la mire con los ojitos de perrito abandonado que mejor pude poner.

Esos ojitos hacen magia, la sonrisa casi se me sale de la cara y, ay! no... que hice?, se me escurrió una lagrima de la felicidad que no pude contener, me dio pena que me viera llorando como nenita pero es que no ha pasado cualquier cosa, ella me ama!, me ama como yo la amo a ella, o eso creo pero el punto es que mis odios casi derraman miel o sangran de tanto placer por oír a Amina decirme lo que tanto había anhelado desde que la conocí, y miren que ya son algunos años que tenemos de conocernos. Con el beso fugaz que me dio me mando a las nubes, decir te amo seguido de un beso sabe a paraíso, y es en serio.
Tome su rostro sonrojado , ahhh me encantaba verla a si, esas chapitas rojas en sus mejillas eran divinas en ella. Levante su rostro para verla a los ojos y ya con algo mas de calma cerré los ojos y me acerque a ella dandole un beso ligero y una sonrisa amplia.
-Ahora me crees que te ves hermosa cuando te sonrojas- susurre tiernamente
Acaricie su mejilla y una idea me paso por la mente, una idea que me hizo casi brillar de emoción. Eramos... pareja?, es decir si ambos nos amamos y no tenemos restricciones... tenemos que ser entonces una pareja, no?

Comencé a reír de felicidad sin poder contenerme y lleve mis manos a mi cara para taparme como si quisiera que la felicidad se me quedara dentro, era como si se me saliera la alegría por los ojos de que ya no me cabía en el interior, di unos pasos hacia atrás aun riendo suavemente y di un grito al aire, vale ok, estoy loco pero es que ya no aguanto las ganas de gritarlo.
-AMINA!! TE AMO!!!- grite con euforia y los brazos al aire.
Después solte una carcajada, como un vil loco enamorado y corrí por ella a abrazarla y darle vueltas en el aire mientras junte mis labios con los suyos para besarnos. Besarnos hasta que de tantos giros no pude mas con el peso y caí de espaldas con Amina sobre mi, no sentí dolor por que solo tenia espacio para la sensación de la alegría extrema. Este momento no podía ser mejor, estábamos solos y con nuestro amor por fin confesado, no podía sentirme mejor que esto, el único día que posiblemente lo superaría seria el día de nuestra boda o el nacimiento de nuestro primer hijo, woo, calmado vaquero, técnicamente no damos ni el primer paso en esta relación y yo ya estoy pensando en hijos y en bodas?, tener este secreto guardado tanto tiempo no es nada bueno para la salud mental de uno, solo chequen todas esas cosas que hice, vaya que si andaba algo loquito, si, muy loquito pero de amor, la mejor locura de todas, no creen?.

Reí un poco por la caída ya que me sentí como un torpe enamorado, un torpe y feliz enamorado que no tenia control de sus acciones, mire a Amina a los ojos unos instantes y suspire para hacerle una preguntita que tenia guardada para un momento así como este, en donde estuviéramos muy felices solos ella y yo. Puse mis manos sobre su cadera y la acaricie tiernamente antes de preguntar...
-Amina, quieres ser mi novia?- susurre felizmente.
Subí mi mano hasta su cabello y lo acomode detrás de su oreja con una mirada sutilmente enamorada mientras esperaba la tan ansiada pregunta.
No podía evitar fantasear con tener una familia con ella, si ya se que ni me ha dicho que si pero es que ella me llenaba los ojos y el corazón, con ella estaba dispuesto a pasar el resto de mis días y si tuviera derecho al trono renunciaría por ella si tuviera que hacerlo, ya nos imaginaba a los dos en una casa con una familia completa y ella de amor, sin importar que seamos jóvenes aun yo estaba seguro de que ella seria buena madre, a decir verdad no éramos tan jóvenes como para decir que no estamos en edad de ser padres, mi papa me tuvo a los 20 y mi madre a los 18, venga eso es ser jóvenes, pero es que ellos 2 encontraron el amor pronto, yo también lo hice de hecho, a los 18 me enamore de amina pero apenas a los 26 tuve el valor de confesarlo, me pregunto que tan obsesionado me vería si le pregunto por hijos ahora, quiero 4... mas los que vengan, jajaja ya estoy alucinando muy gacho.
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Mensaje por Amina Hartwin Sáb Sep 18, 2010 6:08 am

Nunca había entendido el por qué de que todos dijeran que cuándo alguien estaba enamorado todo era mejor, hasta ahora. Tenía una sonrisa permanente en mi rostro, una sonrisa enamoradiza que me delataba completamente, pero me sentía bien, al menos no me sentía como uno de esos personajes fuera de lugar, esos eran puntos extras, incluso me había dejado de molestar el hecho de estar totalmente sonrojada, vamos, con él era difícil concentrarme por mucho tiempo en lo que estaba enojada, tenía la teoría de que ni aunque quisiera podría mantenerme en un mismo estado sin sonreír cuando Balt estaba cerca, bueno, al menos eso había comprobado una de las veces que había ido al Polo, era cosa de que apareciera para que mi hermana se burlara, según ella yo era demasiado obvia, pero claro, todo lo que hacía era por molestarme, por eso deje de poner atención.

-No digas eso que se me hará manía por tu culpa- le recomendé como si de verdad fuera a suceder, técnicamente le había dicho que me pasaría más seguido por él, pero es que mi boca no podía controlarse, es que, ahh nadamás que pensaba en algo y eso no se me olvidaba, era cosa de que aceptara que lo quería para que toda mi vida corriera en torno a eso, ayy Ami, que mal estas, chica.

Siempre había soñado con enamorarme verdaderamente, mis amigas contaban sus historias y parecían tan irreales que nunca les había dado el crédito suficiente, es más, tenía envidia de ellas, ellas podían escoger a quién quisieran y estaría bien, en mi caso mi madre era más exigente que un político intentando usar dinero del gobierno, osea, un verdadero fastidio, si, un fastidio aunque estuviera mal que yo lo dijera, tenía tantas reglas que hasta llegaba a preguntarme si no sería más fácil preguntar por que si podía hacer, una de las cosas en las que más ponía atención era en con quién me iba a casar, Dios, todavía ni siquiera tenía a alguien, bueno, si estaba enamorada de alguien, más aun tenía que saber si a esa persona también le gustaba, como sea, mi mamá a la única persona a la que le había oído decir algo lindo era de Balt, por paradójico que sonara, era la verdad, bueno de él y por compromiso de otro, otro al que yo había dejado un poquito mojado la única vez que cenó con nosotros, me había visto como una princesa malcriada, pero ese era el precio.

Así como mi madre halagaba a Balt, inconscientemente muy consciente, yo también lo hacía, es que era inevitable, por más que me cerrara la boca, volvía a hablar.-Aunque te hubiera dado en la cara, para mí seguirías siendo el mejor- me oí a mi misma decir con un tono enamoradizo y raro en mis labios, ¿Qué?, no no no, esperen, ¿Ya tan mal estaba?, tenía una ligera noción de que estaba por la calle de la amargura con la cosa del control de las emociones, "Dejalas que fluyan como el agua", ahh si y ahora me lo recordaba no?, ese maldito Pepe Grillo ya no estaba jalando, se suponía que debía zapearme mentalmente por decir todo sin procesarlo, pero claro, nomás me ponía a pensar en él y eso bastaba para que Pepito se fuera por el pan, grrrr.

Hablando de ir por el pan, esperaba que nadie apareciera ahora con sus "almuerzos", por qué ahí si que les aguaba el día por redundante que sonara eso, es que era tan egoísta que quería toda la atención para mí, bueno, no exactamente pero es que, ahhh vale, no me podía explicar, dentro de todo él era mi amigo, me gustaba pasar tiempo con él, el tiempo que no pudimos compartir desde hace mucho, al menos creía que nos merecíamos un día, sería afortunada si lo consiguiera.

Volví a la realidad después de dejar por la paz mis sentimientos egocéntristas que no ayudaban en nada.-Si hubiera un balance entre ambos sería perfecto, aunque si tuviera que elegir, me iría por el afortunado, con suerte puedes hacer lo que quieras, atreverte a intentar lo que sea.- comenté mordiéndome el labio, no sabía si mi respuesta era acertada pero definitivamente todos necesitábamos suerte o al menos un poco más de valentía, vamos, si yo fuera valiente algo hubiera hecho ya, aunque tuviera fama de lo que sea, era difícil llevarlo a la práctica, así que, suerte y valentía eran cosas que pediría tener para mi próximo cumpleaños, pensándolo bien, yo tenía muchas cosas que quería para mi cumpleaños, no me podía poner a nombrarlas por que eran más que mi lista a "Santa Claus" cuando papá me había hecho creer que existía y nunca se dio cuenta que vivíamos en el Polo Norte y sabíamos que no era cierto, aun así fue divertido recibir muchos regalos, sip, aunque se podía decir que lo tenía todo, siempre había detalles que me alegraban mucho más.

Una de las cosas que me alegraban era que alguien estuviera dispuesto a hacer todo por mí, vamos, estaba mal de mí decirlo, pero se sentía bien que alguien se ofreciera a pelear no por obligación como mi escolta, esbocé una sonrisa para contestar su pregunta, intentando aligerar la cara de afligido que tenía, por la Luna, me había dolido no creerle.-No es que dudará, es que no podría dejarte ir en un combate así, yo...solamente no podría soportarlo y saber que posiblemente sería mi culpa, bueno, no ayuda- le dije sincerandome más que muchas otras veces, había aceptado que no podía perderlo, ¿Pero como en el mundo era posible?, él seguramente lo vería mal viniendo de mí, se suponía que ambos teníamos cosas más importantes que un simple romance, pero es que, ahhh no podía encontrar nada más que valiera la pena, lo único que quería era a él, renunciaría a muchas cosas por él, ahora que me daba cuenta.

Hablando de querer a Balt, aquí estaba yo, entre sus brazos y totalmente a su merced, ni siquiera había intentado replicar ni un poco, si alguien me viera así, no pensarían que soy yo, dirían que mi cerebro fue abducido por un alien y en su lugar estaba una cosa exacta de mi pero mucho más concentrada en las caricias que se repartían por mi cuerpo que por alejarme, es que miren que alejarse ahora sería un pecado capital para mis labios que habían estado disfrutando su piel y para mis manos que estaban ocupadas dirigiendo caricias por su espalda, intentaba no lucir desesperada, usaba trazos sutiles y delicados, algo que de verdad iba conmigo, yo no era como todas, de hecho, aun no entendía como era que yo le gustaba si estaba segura que no representaba mucho para el típico estereotipo de chica.

Había dejado un poco los trazos para subir los brazos a su cuello y seguir besándolo como mis labios pedían, era obvio que ahora si no podía negarle nada a mis labios que habían desarrollado cierta adicción por los suyos, perfecto, ahora sería una psicópata que necesita de él, bueno, si ese era el precio por amarlo, creo que lo pagaría con gusto, si nunca había escatimado en gastos, esta no sería la excepción, sacándome de la línea de pensamiento que medio había logrado llevar, el tirón que me llevó más cerca de lo que ya estábamos me dejo seguir jugando con sus labios mientras un ligero viento hacía la escena mucho mejor. Lo dicho, aquí no había espacio para negarle algo, mis labios cedían suspiros cada que un beso alcanzaba mi cuello, me balanceaba ligeramente para no perder el equilibrio, era tan fácil perder la concentración en las cosas más simples, creo que ahora mi cerebro no funcionaba muy bien, si estuviera en mis sentidos era seguro que ya estuviera renegando o algo, pero que bien que no lo estaba, digamos que disfrutar era mucho mejor que quejarse, ahora entendía lo que todos decían sobre el amor, te hacía ver y sentir todo con otra perspectiva y realmente me gustaba esa perspectiva, estaba segura que no encontraría nada mejor que esto, de hecho no creía que ni el agua fuera tan importante.

Después de inevitablemente buscar aire y decir por fin lo que había sabido desde hace mucho y no le había podido contar, por fin había podido decir que lo amaba sin ninguna restricción era tan liberante hacerlo, la Luna sabía que esto significaba mucho para mí, quizá más de lo que cualquier cosa nunca significo, ahh bien, ahora estaba pensando de más en eso. Mis mejillas sonrosadas se habían visto opacadas por la mirada de felicidad que él tenía, ahora sabía que su felicidad era la mía, cualquier gesto que el tuviera significaba mucho para mi, esa única lágrima me dijo que él era el indicado, quizá era apresurado decirlo, pero es bien sabido que yo no cambio de opinión tan rápido, si no me había gustado nadie más en tantos años! menos iba a cambiar ahora. Abrí los ojos para encontrarme con los suyos, los míos tenían lágrimas que amenazaban por derramarse aún así los volví a cerrar con el beso que sellaba bien el momento, algunas lágrimas cayeron por mis mejillas, era tan extraño llorar de felicidad?, no lo sabía y tampoco quería saberlo, solo podía sentirlo y la sonrisa que tenía plantada en el rostro era símbolo de que no importaba.

-Ahora te creería hasta que las vacas vuelan- contesté en un amago de compostura, me incliné para abrazarlo colocándome en la posición que sabía era mejor, escuchando su corazón later tan rápido como el mío. Estando así, abrazados y solos, no podía pensar en más que en lo feliz que estaba, esto era sinceramente una de las mejores cosas de toda mi vida.

La musicalidad de su risa me hizo soltar unas cuantas risas a mi también, no podía creer que no lo había escuchado reír antes, tenía una risa hermosa, pero claro, yo no podía decir que algo en él estuviera mal, para mi era perfecto y que alguien se atreva a debatirlo y le va mal. Se alejó de mi unos pasos para gritar algo inesperado, lo repentino del acto me hizo sacar una sonrisa totalmente enamorada, estaba pérdida.-Shhhh que esto es un recinto, llamarás la atención- le dije soltando unas risas junto con él que le quitaban todo el efecto a mi comentario, abrí los brazos para abrazarlo y aceptar lo que quisiera hacer, comenzó a dar vueltas y a besarme, era un detalle que sabía que nunca olvidaría, estaba tan feliz que no me preocupaba que ahora pasara algo, sabía que después de esto no había marcha atrás, siempre sentiría algo por él y, con algo de suerte, él por mí, era lindo pensar en que podríamos compartir mucho más que solo un cariño gigante, un buen futuro, quizá algún día. Solo me quedaba esa opción, seguir confiando en que las críticas no serían motivo de nada entre nosotros, sabía que se vendría un tiempo difícil, al menos yo no podría estar lejos de él por mucho tiempo, sería como estar separada de mi corazón, habría que encontrar una manera, pero si de algo estaba segura era que no dejaría que nada nos separara si él aun me quería ahí.

Después de caer al suelo en algún momento dónde mi cerebro no registro más que felicidad pura, solté unas cuantas risas por la situación en la que estábamos, mis manos se posaron sobre su pecho en el momento en el que me tomo de la cintura, por la cara que tenía esto era importante, en ese momento escuché la pregunta más ansiada y más temida al mismo tiempo, pero lo segundo no me afectaba ahora, lidiaría con eso después, ahora solo quería contestar algo -Yo no sería yo si dijera que no, claro que quiero ser tu novia- le dije bajando mi cabeza para alcanzar sus labios y besarlos tiernamente, sin presiones y más que nada para disfrutar el momento, ahora solo me concentraría en eso, lo que la gente pensaría no iba a ser motivo de distracciones, de hecho, poco estaba pensando en todo lo demás, sabía que se iría acomodando, aparte, a todos les gustaría la noticia, vamos, dentro de el caos que hay ahora es bueno recibir buenas noticias, al menos yo estaba contenta ahora, no había mejores noticias que por fin estar junto a Balt como yo había soñado por tanto tiempo, diganme loca pero ahora si podía decir que estaba completa, bueno, me faltaba poco para alcanzar ese punto, una familia era una de las cosas que más anhelaba, pero ahora no era tiempo de eso, poco ha pasado, la familia será luego, hay más tiempo que vida.
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Mensaje por Balthazar Morgath Lun Sep 20, 2010 7:49 pm

Off: voy a acortar u poco los post XD


-Seria una linda manía- dije sonriendo
No se que me pico pero andaba por decir lo que pensaba sin pensarlo por redundante que se escuche, pero era cierto, andaba con la boca floja mas que nunca, sin embargo no mentía. Ella es hermosa para mi en todo sentido como sea que se vea pero digamos que cuando se sonroja se ve mas hermosa por el aire de ternura que me refleja, awww es tan perfecta.
-Pero bueno, si te molesta... ya no te digo que te ves extraordinaria hermosa para mi cuando te sonrojas- agregue.
Como dije ando de boca floja, como fue que dije que era para MI, aff ya que, lo dicho ya esta dicho.

Abrí los ojos casi impactado por lo que me dijo, y a su vez esboce una sonrisa bastante alegre y bueno, también me sonroja un poco, ah que digo poco, me puse como niño de 10 años con una chica súper modelo que le coquetea, pero me gusto.
-De verdad?... vaya, digo gracias, Amina. Para mi tu también eres la mejor- afirme.
No quiero sonar precipitado pero creo que me dijo que soy bueno para ella, o simplemente se referia a que pues era su mejor amigo, eso ultimo no por favor, yo quiero que ella sea hasta la madre de mis hijos.. Ohhh eso su fue precipitado. Pero cierto.

-Oye, yo también pienso lo mismo. Es que sin suerte pues te viene la mala y suerte y eso ni el mas listo lo puede superar aunque no crea en eso- asentí positivamente.
Era muy lógico a mi razonar que sin suerte no progresas, todo en la vida son golpes de suerte, claro que uno pone su granito de arena pero la fuerza de la fortuna es la que siempre te de el chance o esa llamada avisandote que tu oportunidad esta aquí. Tomarla o dejarla ya depende de tu inteligencia supongo.

Eso que me dijo, es que no se como me llego, sentí esa sensación de que se preocupa por mi de una manera mas que de simples amigos, no Balt no pienses tonterías, ella solo te quiere y aprecia y como su confidente no te quiere ver lastimado eso es todo, o no?
-En serio te preocupas tanto por mi?- pregunte con una ligera sonrisa.
esperaba que su respuesta no fuera simplemente si, de amigos, si no como.. ''Claro que si balt, no podría vivir sin ti a mi lado'' ok creo que eso es mucho para esta ocasión, tal algo como ''claro que si Balt, no me perdonaría que por mi te lastimes'' creo que eso es mas normal, no?.

Pero toda duda fue disipada con los que nos aconteció, abrazos, caricias y besos por todos lados llenaban de amor y cariño este recinto que por que no fue una cómoda recamara para recostarme con ella y mirarnos el uno al otro como 2 enamorados, es cierto que no todo sale como uno lo planea.
Aun así el momento es perfecto, me encantaba tocarla y que me tocara pero tuvo que haber pausas y el comentario de Amina me hizo reír, eso de que me creería que las vacas vuelan fue como si me dijera que confía plenamente en mi, awwww sentí como que una cosa extraña que me recorrió de pies a cabeza cuando me dijo eso y le tuve que dar un beso, como no, se lo gano.

Después del ataque de risa y amor que me dio me valía un comino que alguien escuchara, ya era oficial, no tenia por que seguir negando que la amo, que se entere todo mundo pues, mejor por que así o tenemos secretos y nuestro amor es libre.
-No te escuche Amina, es que estaba gritando que TE AMO!!!- grite eufóricamente de nuevo.
Acto seguido fui por ella para darle vueltas en el aire hasta caer rendido.

Acaricie su cintura mientras ella tenia sus manos puestas en mi echo desnudo, podía sentir que eran tan tersas, como si fueran las de un ángel pero fue su respuesta lo que ahora si casi me da un infarto de lo acelerado que estaba mi corazón, no sabia como explicarlo pero ceo que me falta cuerpo para poder contenerme a mi mismo, es como si yo mismo no cupiera en mi de tanta alegría y amor que tengo dentro. Tomandola de la cintura desluce mis brazos hasta rodearla con un abrazo y darle una mirada amorosa que fueron sellados con un beso.
-Te amo, Amina, te amo tanto que ya no quepo en mi mismo por que eres tu la que abarca mi corazón- afirme con un tono meloso.
Eso no se i de donde lo saque pero bueno, supongo que sonó lindo o la cosa mas empalagosamente cursi que jamas escuche, miren que la verdad me importa poco por que la opinión de Amina es la única que de verdad vale para mi, y la de nadie mas.
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Mensaje por Amina Hartwin Mar Sep 21, 2010 7:56 pm

Puse una de mis manos en mi cadera para ver que no estuviera demasiado fuera de la realidad, tendía a salirme a mi mundo y no volver, me pasé una mano por los cabellos azabaches para acomodarlos un poco, tenía una sonrisa aun permanente, enamoradiza y totalmente extraña en mi, nunca me había sentido así, era totalmente nuevo y sin saber por qué me daban ganas de experimentar, estaba dispuesta a probar, aunque terminare probablemente con algún problema, siempre hay problemas, mi mundo parece estar lleno de ellos, antes digan que tengo paciencia para solucionarlos.

-¿Para ti?...Lo consideraré- dije simplemente cambiando mi sonrisa por una pícara que ni siquiera sabía que conocía, me hacía sentir bien por dentro ser capaz de expresarme mejor de lo que pensaba, aunque a veces fuera mejor callarse, pero ahora simplemente ya no podía, ni pelear contra mi misma por que era tan terca que sería como darse de topes contra la pared, una pared que esperaba no quebrarse ante lo que tenía enfrente.

Intenté no sonreír de más cuando tuve la idea de lo que su cara de asombro significaba, al menos quería pensar que era bueno y si no, ya la había regado, no había marcha atrás por que aunque muchos dijeran que las palabras se las lleva el viento, es una vil mentira.-Haré lo que pueda para conservar el rango- le dije bajando la cabeza respetuosamente en un amago de burla, después la alcé con una sonrisa que no pude esconder, era peor intentar esconderla, crearía una mueca horrible, una de las propiedades que he visto en el agua es que me refleja, asi que sabía como me veía intentando esconder una sonrisa, hasta yo me parecía graciosa y terminaba riendome.

Nunca había pensado que algo pudiera ser precipitado, siempre las cosas quedaban en su momento, no había forma de cambiarlas, quizá fuera que cada uno no estaba preparado para ese momento. Siempre creí que uno tenía lo que necesitaba, otros un poco más o menos, pero el punto es que en ciertos momentos eramos felices, llamenle suerte o como quieran pero existía y bueno, algo era algo, como sea, mi suerte al parecer era buena hoy, al menos no había hecho el ridículo como solía hacer cada que Balt iba al Polo, siempre me las arreglaba para verme como un crío que no sabía lo que hacía, de verdad que me quería zapear por todos esos momentos, aunque había otros que lograba salvarme y ser yo misma.

Puse una mano sobre mi corazón en un acto totalmente fingido, era solo un poco de drama extra.
-Ahora soy yo la ofendida por que no me creíste- comenté bajando la voz con una sonrisa torcida, de esas que no se pueden esconder, después alcé la vista de cara al sol, comenzaba a alzarse, me encantaba por más que me hiciera daño, me quitaba energía pero era algo que no podía evitar, la luz también era algo que me gustaba.

De verdad que no encontraba algo que me gustara mas que él, ya estaba perdida, lo amaba y no podía echar marcha atrás, seguí como abeja al dulce las caricias y los besos, quizá estuviéramos un poco fuera de lugar, pero ¡él era el príncipe de Fuego! nadie podía decirle nada y mal que bien, yo también tenía un cierto respeto entre la gente, ahora era el momento en el que estaba feliz de ser quién era, aunque eso fuera muy egoísta de mi parte, vale, tenía que serlo algún día. Después de haber dicho una santa tontería, no supe ni como me gane un beso pero lo respondí con delicadeza, a este paso terminaría siendo experta o algo, mis labios parecían amoldarse bien a los suyos, me gustaba pensar que éramos el uno para el otro.

Nos separamos para reir un poco, disfrutar de lo que habíamos recién aceptado, una cosa era clara, no entendía por que no lo habíamos dicho antes, si bien yo estaba un tanto renuente a comentarlo con mi hermana, seguro que con él hubiera sido diferente, todo es diferente cuando estoy con él, incluso yo.-Vale, así lo quieres- murmuré para mi antes de alzar la voz.-No me escuchaste?... dije que TE AMO!- grité en un arrebato de euforia y locura, vamos, perdería la cabeza si seguía así, pero aun creía que valdría la pena.

Casi sentí que había sellado mi vida o algo así, había aceptado estar con Balt y era difícil que yo alguna vez cambiara de opinión, esta en particular sería difícil de cambiar, pocas veces en mi vida había sentido que el corazón me daba un vuelco cada que me acercaba a alguien, de hecho, la única vez fue cariño fraternal. Me concentre en el beso y en él más que nada, no podía explicar lo que sentía al estar así, estábamos tan bien, ahora se me hacía imposible imaginarme un día sin él, cosa que aunque me doliera, estaba segura que pasaría.

-Te amo, Balt y ahora sinceramente, no se que voy a hacer sin ti, tu tienes mi corazón-contesté con una sonrisa grabada en los labios, lo abracé como nunca había hecho con nadie,parpadeé un par de veces para asegurarme de que seguía despierta y no soñando, mas que solo abrazarlo me unía con él, asi que por mucho que fuera a pasar, esperaba que entre nosotros todo estuviera bien, como quiera no era tiempo de pensar en eso, ahora podía soñar en nuestro futuro, imaginarme el mundo desde otro punto de vista, el punto de la felicidad.






Amina Hartwin
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